A la memoria de Don Roberto Barreiro
Buenos Aires, Argentina /
 
El último operador del Cine Teatro 25 de Mayo antes de su cierre en el año 1982
Reportaje a Orlando Sconfienza

Don Orlando Sconfienza nació en Villa Urquiza y en su adolescencia aprendió el oficio que años más tarde se convertiría en la pasión de su vida: Operador de Cine y Teatro.

Fue el último operador que tuvo el Cine Teatro 25 de Mayo antes de su cierre en el año 1982.

Don Orlando conoció el oficio a los 15 años gracias a un amigo que trabajaba en el Cine parroquial Nuestra Señora del Carmen de Villa Urquiza. Allí comenzó a dar sus primeros pasos, proyectando en su mayoría películas mudas los domingos a la tarde luego de que los chicos recibieran la catequesis.

A los 19 años ya tenía su libreta de Operador de cine, teatro y espectáculos públicos, documento que exigía la municipalidad para ejercer la profesión.

"Recuerdo que por reglamento teníamos que hacer cursos, como los simulacros de cortes de película, en donde había que actuar con mucha celeridad para encender la luces de la sala y que la gente no entre en pánico, ya que el cine no podía quedar a oscuras" comentó Orlando, y agregó que los bomberos entrenaban periódicamente a los acomodadores para los casos de emergencia y las inspecciones a las salas cinematográficas eran continuas.

Sconfienza trabajó en un cine de San Martín, en el "Alfil" y en el "Select Boedo", pero su deseo era ejercer su profesión en una sala de Villa Urquiza.

Aquel objetivo se cumplió en 1946 cuando lo llamaron del "25 de mayo". En el "Petit Colón" fue operador de cine y teatro durante cuatro años en forma continua, hasta que el empresario cinematográfico Marcelo Chahinian (dueño también del Parque Chas) lo lleva en el año 1949 al Grand Bourg.

Cuenta Orlando: -"Dejar el 25 de mayo fue una pena, pero siempre me llamaban cuando había un espectáculo teatral, porque necesitaban un electricista".


Cine Teatro 25 de mayo

El Grand Bourg llegó a ser la segunda sala en capacidad de la Ciudad de Buenos Aires: tenía 2.108 butacas. Lo caracterizaban además, la boca de escena de 16 metros de ancho, la pantalla era de 14 metros (se proyectaba en cinemascop). El sonido era estéreo y las películas poseían cuatro bandas de sonido con los dos sistemas, Magnético y Perspecta, sistemas anteriores al Dolby. Aquel gran cine cerró sus puertas en 1969.



El Cine Grand Bourg de Avenida Monroe


El primer Cine Rodante del mundo


En el año 1969, Orlando Sconfienza es contratado por Ferrocarriles Argentinos (Línea Roca) para trabajar en el primer cine rodante del mundo. Las proyecciones se hacían en el servicio que cubría Buenos Aires - Bariloche.

En uno de esos viajes conoció a Luis Sandrini, cuando filmó la película "El Profesor patagónico" de Fernando Ayala.
El viaje se hacía de domingo a miércoles, y los días que estaba en Buenos Aires Orlando siguió trabajando en el cine Grand Bourg, hasta su cierre. Años más tarde se jubilaría como empleado ferroviario.

El día que conoció a Carlos Gardel

Don Orlando nos relata la siguiente anécdota:
- "De chico mi padre nos llevó a Italia donde estuvimos un año y medio. En el mes de diciembre de 1933 nos volvimos para Buenos Aires en el barco "Julio César".

Cuando llegamos a Francia el barco fondea frente a la Costa Azul porque no había puerto. Por medio de lanchas traían a los pasajeros al barco. Entre los que embarcaron se encontraba Carlos Gardel. Yo tendría 10 u 11 años y todavía no tenía idea quien era ese famoso personaje. Calculo que aquel fue el último viaje del Zorzal a Buenos Aires. Recuerdo que era noche buena y navidad y que festejamos dos veces ya que teníamos que cruzar el Ecuador.

En el barco nos hicieron comulgar, y para ir a la capilla había que ir hasta la popa. En un momento pasamos con los otros chicos por al lado de un grupo de personas entre los que estaba Gardel quien dirigiéndose a nosotros dice: - "Miren ahí van los tanitos", y yo me di vuelta y le contesté: - "Yo no soy tanito, soy argentino!".

Años más tarde, un tío mío me llevó al Cine Teatro 25 de mayo para ver al Morocho del Abasto".

Don Orlando recuerda también que cuando se proyectaba una película de Gardel era tal el fanatismo del público, que muchas veces los operadores tenían que rebobinar el film para volver a pasar la escena de la canción.

Entusiasmado con la noticia de la recuperación del "25", espera nuevamente verlo en funcionamiento. " El teatro tenía tan buena acústica que cualquier ruido que yo hiciera en la cabina de proyección, se escuchaba desde el escenario, ojalá vuelvan aquellas jornadas en que ir al cine era una fiesta", señala nostálgico Orlando.

Julio 2005


Don Orlando (derecha) con Luis Sandrini




Las fotos publicadas son gentileza de
Orlando Sconfienza

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