La ley fue impulsada por el diputado del ARI Alejandro Rabinovich, integrante de la Comisión de Defensa de los Consumidores y Usuarios, y el motivo fue favorecer la protección de clientes de comercios minoristas y en especial de los turistas extranjeros.

En los fundamentos se explica que en un recorrido por las zonas comerciales de la ciudad es posible advertir la exhibición de productos sin el debido señalamiento del precio. Esta ausencia podría dar lugar a practicas abusivas o desleales por parte con los clientes en general y en particular con los turistas extranjeros, a los que algún comerciante inescrupuloso puede intentar cobrar un precio recargado o bien producir una confusión del valor con el tipo de cambio.

Es responsabilidad del Gobierno de la Ciudad recibir de la mejor manera posible a los visitantes. Un turista bien atendido es la mejor publicidad que la Ciudad puede generar en el exterior. Esto es fundamental para que esta explosión turística se mantenga o se incremente, ya que se ha demostrado que es una fuente importante de ingreso de divisas y de reactivación económica.

La Secretaría de Comercio de la Nación a través de la Resolución 7/2002, estableció "la obligatoriedad de exhibir precios de bienes y servicios ofrecidos a la venta en comercios minoristas, súper e hipermercados".