Portal de Parque Chas: "estamos haciendo historia"
Buenos Aires, Argentina /
Fecha de Publicación:09/04/10  

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PARQUE CHAS                                                                  
                                                                    
Miguel Abuelo: El poeta que no para de nacer                                                                 
                                            
El 21 de marzo se cumplió un nuevo aniversario del nacimiento de Miguel Ángel Peralta, por ese motivo fue homenajeado en el lugar donde nació: El Hospital Tornú. Participaron del evento Tom Lupo, Miguel Cantilo y su hermana, la cantante Norma Peralta.



Su mamá lo dio a luz en la maternidad de tuberculosas que existía en el Hospital Tornú, el único que atendía a las madres que padecían este flagelo. Por ese motivo es que prematuramente se las separaba de sus hijos, para evitar el foco de infección en los pulmones y sus vías respiratorias y las nodrizas se encargaban luego de amamantarlos.

La maternidad se habilitó bajo el mandato de Marcelo T. de Alvear, quien aplicó en nuestro país un trabajo científico realizado en Francia que explicaba que de cien madres tuberculosas, ochenta y seis hijos se habían contagiado la enfermedad. Y, de cien madres que no estuvieron en contacto con sus hijos, ninguno de ellos contraían la tuberculosis. Por lo tanto, ese fue el principio a seguir, y se tuvo que tomar la dolorosa decisión de aislar a los recién nacidos de sus madres.

Miguel Ángel Peralta fue uno de aquellos bebés que sufrió en carne propia aquel obligado alejamiento de su mamá, para luego ser internado en el Preventorio Rocca, ubicado en el barrio de Monte Castro, destinado a completar el Plan de Lucha Antituberculosa de la ex Maternidad del Hospital Tornú. Así, de entrada nomás, la vida le negó una sonrisa a Miguel; y a partir de entonces, nada sería fácil para él.

El Hospital Tornú se constituye, así, en el punto de partida de un extenso periplo errante que signó toda la existencia de Abuelo. Periplo durante el cual Miguel Ángel Peralta no dejará de escribir poesía hasta los últimos días de su vida.
El homenaje

Por iniciativa de Fernando Belvedere, editor del medio digital parquechasweb, y con motivo de celebrar el 64° aniversario de su nacimiento en el establecimiento sanitario de Combatientes de Malvinas 3002, el domingo 21 de marzo se realizó en el hospital Tornú un emotivo homenaje al creador de Los Abuelos de la Nada para rescatar, fundamentalmente, su faceta poética, quizás la menos conocida.
“Me comuniqué con Pablo Fogo, sobrino de Miguel Abuelo, y le pareció buena idea hacer este homenaje. Me vine para el hospital y hablé con la doctora Patricia Calderón, que me autorizó a llevarlo a cabo”, relató Belvedere, agradeciendo los buenos oficios y el apoyo de la Asociación de Profesionales Médicos del Tonú y de Liliana Vázquez, promotora de Salud del Area Programática del hospital.

Fueron parte del evento el psicoanalista Tom Lupo, poeta y hombre de radio, y el músico Miguel Cantilo, que cantó el tema Abuelo y niño, compuesto en homenaje a su amigo y compañero artístico en el exilio español, y Mariposas de madera ("...si te busco no te encuentro, cuando te encuentro no estás..."), que fue coreado por la numerosa concurrencia que se dio cita esa tarde gris y lluviosa.
No faltaron tampoco sus familiares: Pablo Fogo, su sobrino, de notable parecido a su admirado tío, y su hermana, Norma Peralta, que se encargó de dejar muy en claro que ella también es un cantante única, como lo era su hermano, interpretando una canción folklórica y un carnavalito.

En virtud de las entrevistas que les realizara Belvedere —ver columna a la izquierda—, pudieron vislumbrarse aspectos poco conocidos de la personalidad del autor de Buen día, día. En el transcurso de la jornada evocadora, además, se proyectó un video del realizador Miguel A. Dubini, en el que se narra, con blanquinegras imágenes de época, el tratamiento en el Tornú de las enfermas tuberculosas y el cuidado complementario de sus hijos en el Preventorio Rocca.
Para la organización del evento, se conjugó el trabajo de una red comunitaria integrada por www.parquechasweb.com.ar; por integrantes de la Junta de Estudios Históricos de Parque Chas; por la Agrupación Vecinos de Saavedra por la Ecología y la Asociación Vecinos de Drago; y por Lamás Médula, revista de poesía y literatura (www.revistalamasmedula.com.ar).

Testimonios

Yo lo conocí cuando volvió de Francia, en los 80, en tiempos de la creación de Los Abuelos y fue amistad a primera vista. En realidad la verdadera amistad comenzó en una comisaría. Estábamos en un boliche y vino la policía y nos llevó en cana y nos pasamos toda la noche hablando de poesía. Después comenzó a ir mucho a la redacción de una revista que yo tenía, Twist y Gritos, y ahí le hice un reportaje largo que salió en la tapa con el título "La musa sin cadenas", usando unas palabras que dijo en el reportaje. En la seccional pidió una guitarra, se puso a cantar y sedujo a toda la comisaría. Pero nos daba miedo estar ahí porque todavía eran tiempos de la dictadura. Yo había estado unos quince días antes detenido con otro amigo músico y nos obligaron a limpiar un Ford Falcon lleno de sangre. Tres veces estuve detenido en esos años: la tercera con Luca Prodan. En realidad fueron encierros ilustres.

Tom Lupo

Lo conocí en el 71 casi accidentalmente en un festival que se hizo en la Rural y nos reencontramos seis años más tarde en España, donde armamos una especie de dúo callejero y durante dos temporadas de verano consecutivas trabajamos en restoranes y lugares públicos de Ibiza, interpretando canciones sudamericanas, alguna suyas y otras mías, y otras del repertorio que Norma, su hermana, le había enseñado: temas folklóricos que el manejaba muy bien.
Miguel era un tipo muy inquieto, buscando siempre la verdad de las cosas. Un auténtico buscador. Yo no se si habrá encontrado lo que buscaba en su paso por la vida pero dejó indicios muy claros de qué era lo que lo empujaba, no solo en la poesía, de la que era un cultor, sino tambien en la actitud: era un tipo libre por antonomasia y buscaba en esa libertad una verdad que el entendía que se encontraba a través de la rebeldía. Yo le reconozco esa enorme valentía y una dedicación permanente al arte. El hacía del arte una forma de vida.

Miguel Cantilo

Cuando yo lo conocí ya caminaba. Mi mamá estuvo internada dos años acá, en el Tornú, hasta que se curó. Después, a los 8 años de Miguel, nos fuimos a vivir todos juntos a Munro. Vivimos una buena época durante esos años. Después yo me casé y me mudé. Mi mamá se quedó ahí un tiempo más con Miguel, pero el no estaba casi nunca, ya vivía en el centro. Ya había conocido a Pipo Lernoud, ya se había acercado a la literatura. Y bueno, la iba a ver a mi mamá de vez en cuando, seguramente cuando necesitaba algo o tenía mucho hambre...

Norma Peralta

 

Fuente:Periódico La Gran Aldea











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