EL ORGULLO GAY DE PARQUE CHAS


“El amor ya no es una flor apretada y escondida, es una hermosa realidad”

En estos días de julio de 2010 estamos asistiendo a un hito en la historia de los derechos individuales de los habitantes de nuestro país, de América Latina y del mundo. Otro aire se respira desde la reciente sanción y promulgación de la Ley de Matrimonio Igualitario; lo que nos convierte en el décimo país de este planeta que cuenta con una legislación que reconoce los derechos de las personas que eligen amar a alguien de su mismo sexo. ParqueChasWeb entrevistó a las vecinas Norma y Cachita, que en abril de este año protagonizaron la primera boda entre lesbianas de Argentina.



"Cachita y Norma" foto: ParqueChasweb




por Fernando Belvedere


En Parque Chas viven Norma y Ramona o Chachita, protagonistas clave de esta historia de lucha para que la Ley de Matrimonio Igualitario sea hoy una feliz realidad. Ambas se habían casado por civil el viernes 9 de abril de este año, convirtiéndose en la primera boda entre lesbianas de Argentina, después de 28 años de vivir en pareja.

Ambas, junto a su mascota “Hipólito”, me recibieron en su casa del "laberinto de magia y misterio". En sus enormes sonrisas se resume la felicidad que están viviendo por estos días, sus rostros brillan más que el sol en esta fría mañana de julio.

Norma Castillo, preside el primer Centro de Jubilados y Pensionados Lésbico-Gay de la Argentina y de Latinoamérica, “PUERTA ABIERTA a la Diversidad”; es integrante de la Cooperativa de Vivienda Caracol y además forma parte de la Junta de Estudios Históricos de Parque Chas.

Por estas horas son muchos los medios que quieren conocer sus historias de vida y militancia a favor de los derechos civiles de los homosexuales. Ayer, recibieron la visita de ATV Canal 9 de Perú, cuyo informe se podrá ver en los próximos días en el sitio www.atv.com.pe

Durante la charla, Cachita me invitó a saborear un exquisito café colombiano, país donde sellaron su amor en el exilio. La entrevista que sigue la realizamos en el taller donde Norma, pinta sus cuadros.

- Norma, ¿Qué significado tiene para vos la aprobación de la ley de Matrimonio Igualitario?

- Desde el 15 de julio a las cuatro y media de la madrugada, cuando cantaron los guarismos votantes y Argentina tenía una nueva Ley que abría paso nada más ni nada menos que a la JUSTICIA, empezamos a comprender a sentir y a vivir todo el enorme significado de un acto que ponía fin a 2010 años de desigualdades, oscuridad, represiones, segregación, estigmatización y descalificación para miles de seres humanos. Significa el comienzo de una etapa, por la cual tenemos que seguir luchando, pero sabiendo que justo el 14 de julio conseguimos la igualdad jurídica y habiendo tomado como bandera la libertad de poder ser nosotros mismos, vamos a comenzar a construir la fraternidad para completar la trilogía base de los derechos fundamentales de la vida humana. Significa que ahora podemos pensar en una democracia real, una democracia más justa, que no cercena derechos a parte de sus individuos. Hago mías las palabras de la presidenta cuando dice, hoy me desperté sintiendo que en mi no había cambiado nada, ya tenía mis derechos, pero hoy miles de personas que no los tenían, ahora los tienen. Significa un avance enorme, un hito histórico, un ejemplo de madurez y raciocinio hacia una sociedad más justa, más real, sin dobles discursos y sin hipocresías. Significa que ahora tenemos que trabajar y colaborar para que esto se cumpla, porque hay muchas improntas marcadas a fuego que impiden ver las cosas de modo diferente o con claridad pero confiamos en así será. Significa que por primera vez en mucho tiempo se dejó lugar al amor, característica y rasgo tan especial de nuestra especie, y de otras también, para que ocupe el lugar que le corresponde. A partir de ahora muchos somos los que sentimos que la vida es digna de ser vivida, hombres, mujeres y niños amparados por una jurisprudencia realmente igual para todos. Porque todos somos iguales ante la ley y para los que creen en una fe son todos iguales ante los ojos de dios.

-¿Dónde estabas en el momento de la aprobación de la Ley?

- Nosotras pertenecemos a las agrupaciones "Puerta Abierta" y a "100 por ciento" integrantes de Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FLGBT), ese día también estaba la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), es decir todos a la espera de la sanción que cambiaria la Historia. Desde el mediodía, se instalaron carpas y comenzó a reunirse la gente que nos acompaño durante todo el debate, hasta el fallo de la madrugada. El frio polar fue contrarrestado con el fervor de la esperanza. En el escenario, desfilaron voces y canto amigos matizando la expectativa. Muchos fueron los valientes que no abandonaron su puesto hasta que el grito liberador dio rienda suelta a la alegría infinita. Fue un momento único y que llevaremos por siempre en lo más profundo del alma, en ese amanecer en que la justicia dijo presente.

Cachita, "Hipólito" y Norma. foto: ParqueChasweb



¿Qué opinión te merece el nivel del debate en el Senado?

-Así como se desarrollo el debate en las diferentes comisiones y en la cámara de diputados para la media sanción, triunfo la buena manera de llevar adelante un debate, cada uno con sus argumentos. Salvo algún pequeño problema fuera del recinto, todo se desarrollo muy bien cada quien son sus posturas y argumentos. Algunos de los cuales parecían que se retrotraían a tiempos aparentemente superados. Otros analizando y exponiendo razones fundamentadas e irrebatibles fueron marcando las pautas de un debate amplio y de buen nivel. Salvo, hay que decirlo, el análisis ante la presentación del proyecto de unión civil que como bien dijera el senador Piccheto, es un absurdo político que no resistió el análisis.

¿Nos podés contar cómo nació la idea del Centro de Jubilados Gay que presidís? ¿Es el primero y único en Argentina?

-Cuando comenzamos a transitar los 50 años, pensábamos en las personas homosexuales de la Tercera Edad. Dónde estaban, cómo vivían esa etapa de sus vidas; cómo sobrellevaban a esa altura de la vida la doble carga discriminatoria de ser viejos, además de gays.
No encontramos mucho eco, hasta que nos encontramos con la gente que sí tenía interés en ello. Hace más de diez años lo hablé con Maria Rachid, tiempo después conocimos a Graciela Balestra y Silvina Tealdi dos psicólogas activistas y maravillosas personas fundadoras del Centro Puerta Abierta que nos dijeron estar trabajando con personas de la Tercer Edad. Eso era lo que buscábamos. Con ellas formamos el primer Centro de Jubilados Lésbico Gay de Argentina y creo que de América Latina. Tiene su sede en Hipólito Yrigoyen 3644 y se llama Puerta Abierta a la Diversidad. Es un centro de jubilados igual a todos, abierto a todos, homos y heterosexuales. Sus creadoras dicen que lo abrimos para integrarnos porque lo ideal sería que no tuviéramos que hacerlo, pero ya se llegará al momento en que no haya diferencias y las personas se reúnan por sus convicciones y sus ideales y no por otra cosa.

-¿Qué te gustaría decirle a la gente en general, y a tus vecinos de Parque Chas en particular?

- Personalmente, quiero decirles que agradezco a la vida, haber podido vivir estos momentos, a la gente joven por la enorme tarea de unirse y luchar por sus derechos, a los amigos que nos apoyaron a los legisladores que nos escucharon e hicieron justicia. A los que nos comprendieron, nos saludaron y felicitaron en la calles, en el subte, colectivos donde íbamos y nos dieron la mano. A los que no nos aceptaron, pero tampoco nos despreciaron ni nos mostraron el rostro amargo de la discriminación, que todavía hay, pero que la marcha hacia una democracia plena y un mundo mejor ya es una hermosa e histórica realidad. Agradecemos Cachita y yo a esta hermosa maravilla que se llama Parque Chas, lugar donde encontramos manos amigas, corazones generosos y un laberinto de magia y misterio que nos tiene felizmente incluidas en su seno.
Por último quiero hablar en nombre de todos aquellos que pasaron por la vida y tuvieron que partir, escondiendo el amor como si fuera un delito, que vivieron soportando el inmenso dolor de sentirse despreciados por sus padres o familiares. O por uno mismo, o sintiéndose culpables por ser lo que eran, por no responder a esquemas del poder social político económico o religioso. Ahora estamos para vivir en armonía, en paz con uno mismo, con la sociedad, con la familia, con el amor y la amistad como bandera, como personas comunes y corrientes, con virtudes y defectos, como seres humanos. Ni más ni menos. Estamos muy felices, esto es algo grande, ya el amor no es una flor apretada y escondida es una hermosa realidad.