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Buenos Aires, Argentina /
Fecha de Publicación:22/12/08 Redacción ParqueChasWeb

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NOTA DE OPINIÓN - FESTEJOS DE ALUMNOS EN EL MARIANO ACOSTA

Jugar con agua, jugar con fuego


Isabelino Siede, Licenciado en Ciencias de la Educación envió una Carta abierta al Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, después de los sucesos ocurridos en la escuela media de la calle Urquiza 277.



El jueves 18 de diciembre, el Colegio Mariano Acosta del barrio San Cristóbal copó la agenda mediática, al conocerse la difusión de un video en el sitio youtube.com. En el mismo se veía a la rectora de la escuela, Raquel Papalardo, "manguereando" a los alumnos de 5º año que estaban festejando su promoción.

Dos padres muy preocupados por la actitud Papalardo, acercaron el video al Ministerio de Educación.
Apenas lo vió el ministro Narodowski, expresó públicamente que “la figura de un rector de una escuela secundaria tiene que generar una autoridad legítima y confiable”.

En respuesta a las declaraciones del titular de la cartera educativa porteña, la rectora del Mariano Acosta opinó que "de ninguna manera el juego de agua pone en discusión su legitimidad. La autoridad pasa por la confianza, la solidaridad, el cariño y el respaldo hacia los alumnos. No la perdí por haber hecho lo que hice. Al revés: reforcé la autoridad porque hay muchos chicos que, a pesar de haber terminado las clases, están hoy de nuevo en la escuela.

Para Raquel Papalardo, Narodowski está haciendo persecución política, "porque esta escuela no comparte los mismos valores que el ministro de Educación de la Ciudad".
El Mariano Acosta ya había recorrido los medios, cuando el 23 de julio pasado, hizo pública su realidad a través de la protesta realizada por los estudiantes secundarios.
Ocuparon las instalaciones en repudio al recorte de las becas escolares por parte del Ministerio de Educación.


A continuación, reproducimos la Carta Abierta, que por este tema escribió el licenciado Isabelino A. Siede*:


Los diarios de hoy difunden la noticia de que, en el patio del Colegio Mariano Acosta, la Directora compartió un festejo acuático y divertido con los alumnos egresantes. No parece un hecho demasiado relevante, pero ha cobrado una trascendencia digna de mejor causa. Sin decir “¡agua va!”, el Ministerio de la Ciudad inicia un sumario administrativo por faltas a los “principios de la moral” y las “normas de ética”. Me gustaría saber cuáles son los principios transgredidos, porque no hallo en Aristóteles ni en Kant referencias al remojón como vicio ni alusiones a la necesidad de mantener sin humedad el rol directivo.

Creo que la autoridad se funda en lo que un docente es y hace cotidianamente, lo que enseña con sus gestos y sus omisiones, las convicciones que expresan sus actos. Por eso mismo, puede tener autoridad una Directora que se empapa de los problemas de sus alumnos, mientras la pierde un Ministro a quien salpican toda clase de críticas y desconfianzas en su primer año de gestión. No conozco personalmente a la Profesora Papalardo, pero merece mi respeto una Directora que es invitada a festejar con sana alegría el fin de las clases, una autoridad que parece poner el cuerpo en la diversión como supo ponerlo en las horas difíciles de la institución.

El Ministro se escandaliza por la modalidad del festejo y, según reseñan los medios, invoca mejores modos de festejar. Quizá impulse reemplazar la tradicional “vuelta olímpica” con un minué o una contradanza, porque las carreras de embolsados son un riesgo para la seguridad de los estudiantes y el palo enjabonado tendría hoy unas connotaciones impensadas para quienes concurrían a las fiestas mayas dos centurias atrás. ¿Cómo festeja el Ministro? El “loco” Sarmiento, a quien invoca frecuentemente, no ganó su apodo por mantenerse siempre dentro de las convenciones. Se sabe que tenía un carácter bastante podrido, pero al llegar a la Presidencia, impulsó el corso callejero los días de carnaval y luego ostentó, como distinción honorífica, una medalla conmemorativa en cuyo anverso figuraba una caricatura de su rostro con corona de emperador. Porque, digámoslo claramente, la autoridad no se desmerece por el buen humor, sino por lo que queda visible cuando una gestión se saca la careta.

El primer año de esta gestión termina opacado por una larga lista de promesas insatisfechas, manoseos a la dignidad docente y desprecio por la tarea pedagógica. No estamos mejor hoy que un año atrás, después de gastar los días en arreglar lo que está sano y desbaratar lo que funcionaba bien. Transitando las escuelas, se percibe un malestar que no se ve desde Internet. Muchos padres, docentes y estudiantes reclamaron en estos meses respuestas a demandas que la gestión del Ministro Narodowski no ha resuelto. No parece casual que, mientras liberan al “Tigre” Acosta, quieran encorsetar al Mariano Acosta en las formalidades de una autoridad hueca, pero sequita.

Otros chorros preocupan más a la sociedad porteña y deberían preocupar al Ministro: en la Honorable Legislatura, votan hasta los ausentes. Eso corroe cualquier autoridad: el incumplimiento de las responsabilidades públicas. Los funcionarios que acomodan las normas a su arbitrio están jugando con fuego, porque necesitamos recrear la confianza en las instituciones como herramienta para construir una sociedad más justa. La mala fe de sus compañeros de partido debería concitar un repudio sincero de quienes conducen la educación de la Ciudad. Pero, claro, entre bomberos no se pisan la manguera.


*Es licenciado en Ciencias de la Educación, coordinador de Formación Ética y Ciudadana del CePA y profesor adjunto de Didáctica de las Ciencias Sociales en la Universidad de La Plata.



Bibliografía Isabelino Siede


Cullen, Carlos (1997). Crítica de las razones de educar. Buenos Aires: Paidós. Capítulo 5 de la segunda parte: “Educar para la convivencia y la participación ciudadana” (págs. 209 a 217).
Maldonado, Mónica María (2000). Una escuela dentro de la escuela. Un enfoque antropológico sobre los estudiantes secundarios en una escuela pública de los ’90. Buenos Aires: Eudeba. Capítulo “El mundo de las relaciones entre ‘compañeros’ o… una escuela dentro de una escuela” (págs. 67 a 108).
Meireux, Philippe (1996). Frankenstein educador. Barcelona: Laertes. Cap. “A mitad de recorrido: por una verdadera ‘revolución copernicana’ en pedagogía” (págs. 67 a 97).
Puig Rovira, Josep María (1996): La construcción de la personalidad moral. Barcelona, Paidós Ibérica. Capítulo 1: “Principales tendencias en educación moral” (págs. 13 a 73).
Siede, Isabelino. Democracia, educación en valores y desafíos de la época (2002). Buenos Aires, Secretaría de Educación (GCBA).
Siede, Isabelino (2002). Escuela y crisis social. Aportes para un abordaje formativo. Buenos Aires, Secretaría de Educación (GCBA).
Trilla, Jaume (1994): “Procedimientos de neutralidad activa” en Martínez, Miquel y Puig, Josep M. (Coord.) (1994): La educación moral; perspectivas de futuro y técnicas de trabajo. Barcelona, Editorial Grao - Institut de Ciences de l’ Educació (Universitat de Barcelona). (Págs, 67 a 81).






 


 








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