Portal de Parque Chas: "estamos haciendo historia"
Buenos Aires, Argentina /
Fecha de Publicación:10/02/09 Fuente: Periódico "El Barrio"

Funciones de la nota


EL VECINO JORGE PASSO ES PARIENTE DEL SECRETARIO DE LA PRIMERA JUNTA DE GOBIERNO

“El peronismo nació en Villa Urquiza”

En su juventud fue testigo de la creación, en el barrio, del partido político que catapultó a Perón al poder. A los 87 años repasa algunas de las increíbles anécdotas que rodean su vida y la de su familia.





Por Javier Perpignan
jperpignan@periodicoelbarrio.com.ar


Nació en la esquina de Mendoza y Triunvirato hace 87 años. Vio crecer al barrio de sus amores y recorrió cada una de sus veredas, a las que registró en su memoria para describirlas con una precisión impecable. Ejerció el periodismo por más de medio siglo y tiene una sólida formación con un refinado vocabulario. Pero a pesar de todas estas características, reconoce que le gusta más hablar. Jorge Eduardo Passo atesora anécdotas e historias. Entre ellas el singular origen de su apellido, descendiente de la familia del prócer Juan José Paso, la temeraria afirmación que da título a esta nota y la relación de su tío, el coronel Eduardo Villanova, con Carlos Gardel.

Acerca del origen de su apellido, Jorge afirma que aparece por primera vez en 1530 en el reino de Galicia, cuando pertenecía a Portugal, y como tiene vestigio portugués la forma correcta de escribirlo es con doble s. “El problema comenzó después de la Revolución de Mayo, cuando a Juan José Passo le importó un pepino seguir firmando con una o dos eses. Entonces los copistas se acostumbraron a escribirlo con una sola. Este es un problema que siempre tuve en las escuelas. Después los Passo con mayor poder adquisitivo se agregaron el apellido materno, como Passo Viola y Passo Wilkinson. Lo cierto es que la familia Passo es con dos eses”, afirma Jorge. Además aclara que los Passo eran cuatro hermanos: Vicente José, Juan José Esteban, Ildefonso y Francisco,todos activos participantes en la defensa de Buenos Aires durante las invasiones inglesas. “Juan José muere a los 76 años, soltero y sin hijos. Por eso nosotros, en realidad, somos descendientes de la familia de Passo”, aclara.

-Si Juan José no tuvo hijos, ¿de cuál de los Passo son descendientes?

-Nosotros suponemos que de Ildefonso.

-¿Este tema fue objeto de estudio en la familia?

-Hubo una preocupación de mi padre porque mis abuelos nunca le dieron importancia al tema. Si bien es cierto que tenemos la ascendencia en la familia Passo, mi madre es ahijada de la mujer de Carlos Pellegrini y mis tías de las personas más encumbradas de la época. Todo porque mi abuelo era socio de Pellegrini. En lo que a mí respecta nunca fue una preocupación importante, porque el trabajo y el estudio hicieron que estas cuestiones fueran secundarias. El que retomó este tema es mi hijo mayor.

-¿Cómo fue su trayectoria como periodista?

-Empecé mi carrera de periodista en 1939. Primero trabajé en el diario La Fronda, que era un periódico conservador y sectarista, como archivero de notas y fotos. Al año siguiente pasé a Crítica, que era un medio socialista. Allí conocí a uno de los periodistas más grandes, Natalio Botana. En 1941 mi tío Martiniano Passo me llevó a trabajar al diario La Razón, primero como corrector y luego como redactor. Después de estas experiencias estuve en el Ministerio de Industria, en Presidencia y durante 43 años fui cronista desde Casa de Gobierno para Radio Rivadavia. Estuve por infinidad de lados. En Industria, por ejemplo, fui asesor de ministros como José Martínez Paz, Guillermo Borda y Ernesto Parellán.

La lechuga verde y el box

Jorge Passo nació en abril de 1922 en la casa de sus abuelos maternos, a media cuadra del Cine Teatro 25 de Mayo. De su juventud recuerda el paso por Triunvirato del tranvía Lacroze, al que llamaban la lechuga verde “porque era de ese color y estaba todo destartalado”. Su recorrido terminaba en el Centro. “Ahora que se habla tanto del subte, yo estuve en el viaje inaugural de la línea que une las estaciones Federico Lacroze y Callao en 1933 -comenta Passo-. Siempre por Triunvirato hacia Olazábal, en aquellos tiempos había un viejo boliche de un gran amigo llamado Nístico. Continuando este paseo imaginario, hacia Monroe estaba el Conservatorio Vidal y en Blanco Encalada y Triunvirato la casa de mis abuelos paternos. En el sótano mi abuelo Jorge y su hermano Adolfo instalaron por primera vez en la Argentina un ring de boxeo. Concurrieron entre otros Luis Angel Firpo, a quien mi padre le enseñó la primera trompada. La primigenia casa estaba cerca del bar Costa Rica, donde había una parada de diarios cuyo canillita era boxeador y se lo conocía con el seudónimo de Kid Cachetada”.

Enfrente entrenaban los hermanos Jorge y Amado Azar, este último medalla plateada en la Categoría Mediana en los Juegos Olímpicos de 1936. Jorge vivía en Tomás Le Bretón 4370, casa que fue centro de reuniones familiares entre los Azar y los Passo. Claro que Jorge no olvida al club Dopo Laboro, una entidad social y muy amable que funcionaba en la parte alta del Cine Teatro 25 de Mayo, de cuyas filas salió uno de los cuatro remeros campeones olímpicos.

De zorzales y mayores

Un día de febrero de 1907 Eduardo Villanova se reencontró con la libertad después de casi dos años de cautiverio en Ushuaia. Identificado con el movimiento radical de Hipólito Yrigoyen, participó de la insurrección armada que estalló en 1905 para derrocar al presidente Manuel Quintana. Pero la revolución fracasó y los oficiales participantes debieron conformarse con el frío glaciar de la ciudad más austral del mundo. Recién en mayo de 1906 se firmó una amnistía y regresó a Buenos Aires el 27 de febrero de 1907. En ese viaje Villanova compartió su entusiasmo lírico con otro joven que también terminaba de cumplir condena por reincidencias: Carlos Gardel.

“El mayor Villanova, luego edecán de Yrigoyen, era hermano de mi madre y la esposa de Villanova, Sara Passo, era hermana de mi padre -explica Jorge Passo-. Por eso, la sangre que corre en mis venas y en las de mi primo Eduardo es la misma. Para la consideración general mis primos son mis hermanos”. El barco que los trajo de Ushuaia se llamaba Chaco. Esa embarcación estaba destinada al traslado de reclusos y liberados. Durante el viaje, el mayor Villanova y Gardel venían entonando canciones populares. En el momento del desembarco, los ocasionales compañeros de travesía homenajearon a Villanova con una tarjeta que recogía el afecto y la firma de todos, incluida la de Gardel. Confirma Passo: “El Gardel que aparece en ese viaje es realmente el Zorzal que todos conocemos. Veintiséis años más tarde, mi tío volvió a reencontrarse con un ya célebre Carlos Gardel durante una de sus presentaciones en el Cine Teatro 25 de Mayo. Juntos recordaron aquellos episodios que dieron origen a una circunstancial amistad. Hubo un testigo de aquel reencuentro, mi primo Eduardo. Después yo lo vi cantar en el 25 de Mayo como espectador y me produjo el mismo sentimiento que tengo cuando lo escucho hoy: placer. Es el representante más grande que tiene el tango”.

Los muchachos laboristas

A principios de la década del 40 la familia Passo se instaló en la finca de Triunvirato 4239. Allí el doctor Jorge Casiano Passo ejerció la medicina, pero también se ocupó de su otra pasión: la política. Según Jorge, al padre se le ocurrió formar un partido para enfrentar a los conservadores de entonces. “Por eso entre los meses de junio y julio de 1943 en mi casa de Triunvirato se reunían diariamente los amigos de mi padre y acordaron crear el Partido Laborista Argentino para sustentar la candidatura del coronel Juan Domingo Perón. Entre los que tomaban café en mi casa se encontraban el coronel Domingo Mercante, el Dr. Héctor Cámpora y Carlos Grondona, entre otros. Como las reuniones eran de noche, yo estaba presente en casa y presencié muchas de esas tertulias. Cuando consiguieron los 800 adherentes que se necesitaban para formalizar el partido, mi padre le entregó a Mercante las solicitudes para que se las diera a Perón. El Coronel Mercante no se las dio a Perón sino al secretario del gremio de la carne, Cipriano Reyes, quien acortó el nombre a Partido Laborista”, cuenta Passo.

-¿Su padre siguió ligado a la política?

-Mi padre no aceptó cargos políticos porque prefería seguir con su carrera de médico.

-¿Usted conoció a Perón?

-Un día acompaño a mi padre a las exequias de un general del ejército. Al rato de haber llegado escucha que una voz, con un tono muy característico lo llama por su segundo nombre, Casiano. Eso le resulta extraño porque nadie lo llamaba así. Al darse vuelta descubre que quien lo saluda es Perón, todavía coronel. Luego de los abrazos de rigor, mi padre le dice ¡qué bajo que volaste Juan! (N. de la R.: Perón se había hecho designar Jefe de la Secretaría de Trabajo, un cargo de escasa jerarquía en ese año 1943). Entonces Perón me mira, me pellizca la cara, me guiña el ojo y pronuncia la siguiente frase: Decile a tu viejo que ya va a ver a dónde llego.

-En broma podemos decir que el peronismo se fundó en Villa Urquiza.

-En broma no, podemos afirmar seriamente que el peronismo se fundó en Villa Urquiza.




 


 









foto gentileza: Periódico "El Barrio"
2000-2008© Registro de la Propiedad Intelectual Nº Exp. 295108
Todos los derechos reservados-diseño y webmaster: F B