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Buenos Aires, Argentina /
Fecha de Publicación:25/06/09 Redacción ParqueChasWeb

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ENTREVISTA

"Peleo contra la idea de posesión, contra el individualismo y contra la discriminación"

Lorena Carassai vive en la frontera que une Villa Urquiza con Parque Chas. Desde hace cinco meses es trabajadora social en la Villa 31 de Retiro a través de la Asociación Civil "Voluntarios sin Fronteras". Además, integra la banda "La Copa de Trostsky" donde despunta su pasión por la música.



En el primer correo electrónico que envió a nuestra redacción, Lorena Carassai se presentó diciendo: "peleo por un mundo distinto, con menos recovecos y más puentes entre las dos partes de esta bendita sociedad". A partir de ese momento, el contacto con ella se hizo más fluído. Dice que veraneando este año en Brasil conoció a pescadores, artesanos y trotamundos con quienes imaginó la construcción de un mundo menos cruel. En ese momento, se dio cuenta que tenía que dejar de esperar que le ofrecieran la oportunidad para hacer algo por los más vulnerables; y, cuando volvió al país, no perdió tiempo, buscó por Internet "voluntarios villa 31" y dió con la Asociación “Voluntarios Sin Fronteras”.
Desde hace cinco meses coordina uno de los talleres de inglés que tienen lugar en la parte delantera de la Villa 31 conocida como "Galletitas con Juegos".

ParqueChasWeb se contactó con Lorena para que nos cuente cómo es hacer este trabajo que requiere de un verdadero compromiso, para que los chicos crezcan sabiendo que tienen derechos y que tienen derecho a exigir sus derechos a un Estado ausente.



Por Fernando Belvedere


-Lorena, ¿Cómo surgió tu iniciativa por el voluntariado?


- La verdad es que creo que me viene un poco de mi viejo. Siempre nos dio esta idea de que antes que no hacer nada más vale hacer algo útil. En el 2000 terminé mi carrera y me fui a vivir a Londres porque en el '97 me había enamorado perdidamente de un inglés. Allá me costó mucho conseguir un trabajo estable. A pesar del título, vivía de changas (mesera, repartí diarios y folletos en la calle); lo cual agradezco porque a una persona que viene de una clase media acomodada, eso le sirve para lograr perspectiva.

Desde chica, tuve conciencia social, conciencia del que tenía menos fuerza que yo o se encontraba en una situación más vulnerable. Y allá me prendí a trabajar en un lugar para refugiados de Afganistán. Refugee Network Sutton se llamaba. Y ahí me iba todos los días, aunque no me pagaran, tomándolo como lo que es, un trabajo, mientras, a su vez, buscaba y hacía algún que otro laburo pago.

Cuando volví acá era el 2002. Acababa de caerse el país. Yo, no conseguía trabajo estable. Entonces de nuevo, mientras daba clases por lo que podía, trabajaba en las asambleas barriales que se habían formado (en la de Villa Urquiza por ejemplo, la de la confitería tomada en frente del campito del SAFA) dando clases de apoyo escolar, inglés, etcétera.

Después armé talleres para chicos, talleres de cuento, con música y un poco de inglés; pero siempre que intenté meter los programas por bibliotecas u otros organismos de la Ciudad no tuve suerte; siempre había que conocer a alguien. Y la gente que conocía era bastante egoísta para compartir.

Pero este verano conocí Brasil. Y ahí mirando el amanecer en una playita de un lugar hermoso que se llama Matadeiro, tempranito el cuerpo se me levantaba a las 6 de la mañana para recibir al sol, y entre tanta naturaleza y la paz de otro tipo de vida, yo que sé... a las 6.30 llegaban los pescadores, me conocía con todos, hablaba mucho con los artesanos y trotamundos de cómo queríamos que fuera el mundo; me dí cuenta de que tenía que dejar de esperar que "me ofrecieran" la oportunidad para hacer algo y bueno, volví, puse en Internet "voluntarios villa 31" y ahí me fui a esta asociación “Voluntarios Sin Fronteras”, donde armé los talleres y empecé a enseñar.




- ¿Desde cuándo estás trabajando como voluntaria y qué labor desarrollás?


Desde hace 5 meses. Lo que hago es estar a cargo de uno de los talleres de inglés (el que tiene lugar en la parte de adelante de la Villa 31 que se llama "Galletitas con Juegos") en el Comedor de Leo y Macarena. Estamos ahí los sábados de 10 a 12. Además coordino otros talleres planificando junto a las chicas del otro taller en mitad de la Villa 31 (Aprender Jugando).

Estoy a cargo de encauzar las ideas de los otros y aportar la música y mi tiempo en la compra de materiales, la distribución de ellos y por supuesto, la recaudación de fondos. Suelo salir a vender remeras de VSF para auto-financiarnos. Por ahora nos va bastante bien, tenemos bastante dinero para financiarnos creo de acá a fin de año. Después eso lo voy rindiendo a VSF y lo que sobra, lo entrego para la asociación.

También enseño español a los extranjeros voluntarios. Enseño español relacionado al campo social: asistencia social, artículos relacionados a estadísticas poblacionales de las villas, derecho social y toda otra información que considere que al voluntario le puede servir (por ejemplo el otro día analizamos con una alumna un artículo de Pinti en donde se analizaba la coyuntura política y para mí eso era casi una fotografía para un extranjero de nuestra situación política-económica desde la última dictadura, (¡muy interesante!) Por esa tarea cobro, pero de ese monto (que es menor al que cobraría como profe de español porque tiene que ser algo asequible para el voluntario que por lo general está becado) dono una parte a VSF.


- Para los que no conocen ¿Qué es Voluntarios Sin Fronteras?

Es una ONG que se preocupa entre otras cosas (porque no es su único fin) de llevar educación a lugares carenciados. Lo bueno que tiene para mí, es que me dieron todo el espacio para poner toda mi creatividad y generar todos los talleres en base a todas las ideas y material que a mí se me ocurriera. Ellos estaban interesados en el idioma, así que me enfoqué en eso, en el inglés.

Los talleres que doy están basados en canciones, a través de las cuales los chicos se divierten y van aprendiendo el vocabulario. Después hay una instancia de dibujo (porque los talleres son de edades muy variadas -de 3 a 12, 14 a veces- y el dibujo es no sólo una buena forma de expresión sino una excelente forma de integrar las diferencias etarias. Más tarde tomamos la leche y retomamos los conceptos ya con juegos o algún tipo de competencia.

A mí me sorprende lo que logramos. Cuando llegué me dijeron, "es muy difícil que los chicos se enganchen con el inglés"; pero no fue así. La música creo es el mejor -o uno de los mejores- vehículos para enseñar cualquier cosa. También la asociación -volviendo a eso- se dedica al intercambio solidario. Los intercambios constan de viajes al interior del país (norte y sur) y también a otras comunidades del Mercosur. Por ahí yo no estoy muy enganchada con esa parte, pero creo que todo es valioso, porque con la cantidad de ONGs que hay, es una buena forma de lograr atención de personas y empresas que pueden ayudar -acá y en el exterior-, el hacer la asociación más "original".

Eso sí: no hay "turismo social" y a los extranjeros no se les cobra por participar. La asociación es puramente voluntaria (es decir que absolutamente nadie -desde el director a los voluntarios- cobran) y no recibe subsidios ni de la iglesia ni del gobierno. Se banca presentando trabajos a distintas organizaciones y ganando concursos y con nuestras famosas "Ferias del plato". De todas formas desde la organización y desde mi punto de vista también está claro que lo que hacemos es poner "parches" en donde debería haber una "clara política educacional de Estado" que no la hay ni la hubo.

-¿Te resultó difícil ser voluntaria?

- Es una muy buena pregunta. Primero me sentí la persona más importante de la tierra. Como que podía cambiar todo el mundo sólo con mi esfuerzo. Eso, las primeras semanas. Además yo me metí a full. Empecé a ir entresemana. Empecé a relacionarme con las familias, a tomar mate y a hacerme conocer.

Como justo este año (yo soy principalmente traductora pública) no tenemos casi nada de trabajo y me estoy bancando con clases, tengo tiempo. Pero con el tiempo y cuando empezás a ver los manejos y los intereses que hay de uno y otro lado, se te empieza a hacer difícil y un poco te querés escapar y volver a decir "esto no cambia más". El problema como siempre digo es que es como tomarse "la pastillita roja" de la Matrix. Es decir, una vez que viste la realidad real... no se puede volver atrás. No podés volver a tu sillón y al zapping. Entonces lo que aprendés es a intentar no ser tan "impulsivo". A darte cuenta de que el movimiento de uno sirve, pero siempre sirve más si sos más que uno y aprendés "a consensuar" tus ideales más allá que desde tu lugar.

Eso debieran aprender algunos políticos ¿no? Que a veces por defender la pura purísima verdad te quedás hablando solo. Hay que escuchar por qué y ver por qué tal o cuál responde de tal o cuál manera. Yo creo que no podemos seguir dando vuelta la espalda a la villa. Creo que la villa debe ser urbanizada porque las condiciones de salubridad son pésimas. Si vieras los baños donde tienen que ir los chicos... te querés matar. No tenemos ni agua para tirar después.

Pero evidentemente hay intereses en juego muy importantes para no urbanizarla. Creo que hay un ejército de gente -sobretodo paraguaya- que construye muy bien dentro de la villa. Así que sería también una forma de dar empleo a gente de la misma villa. Pero por otro lado creo que a veces que, a propósito, la situación en la villa dentro de todo se hace bastante sostenible. Entonces hay una idea "asistencialista" todavía muy fuerte -sobretodo que baja de los partidos políticos- de ofrecer dinero en vez de soluciones. Y cuando ya hay una cultura formada es difícil romperla.

Miro con ojos esperanzados cuando veo la cantidad de gente trabajando y ofreciendo posibilidades de educación, al menos a los más chicos. El tema de los adolescentes es un tema que desconozco pero está complicado por lo que me cuentan. He escuchado padres decir sobre sus hijos -aquellos con problemas de drogas por ejemplo- que preferirían verlos en la cárcel que tener que hacerse cargo de ellos porque sinceramente se les han ido de las manos. Sobre esto, yo estimo una gran complicidad de la policía con otros agentes políticos para que el paco siga esparciéndose de esta manera. Me parece que se los usa como un ejército para delinquir hasta que son inservibles y se los mata o se los encierra.

Me parece que ante esto hay que estar muy atentos. Mi próximo paso -y en eso estamos trabajando con otra asociación- es ver qué tipo de talleres podemos armar para que los jóvenes se sientan atraídos. Pero para esto necesitamos GENTE, gente que se quede e ideas.





-¿Existe desconfianza de parte de los chicos?

-De parte de los chicos no hay desconfianza. Los chicos se entregan a vos y son muy cariñosos. Es muy importante entonces tener un verdadero compromiso y no ir a ver "qué onda" nomás. Por eso se pide un compromiso de al menos 15 semanas si vas a trabajar con chicos. Y los voluntarios -es mi experiencia- no suelen cumplirlo, y con eso estoy bastante decepcionada.

En resumen lo que yo hago cuando algún chico me cuestiona (a veces con cierta violencia) es plantearle que esto sirve más, que no hacer nada. Que si todo es "piña y quien tiene más fuerza" en el mundo de afuera, que tiene razón, pero que en el taller durante dos horas vamos a hacer otro mundo.

Que con suerte, si intentamos las cosas diferentes el resultado va a ser diferente y que si no, al menos lo intentamos. Que no seamos cobardes. Que no vale pegar, que es feo reírse del otro. Que está bueno laburar en conjunto. Que es genial aprender cosas nuevas porque ese "ser más fuerte" no es sólo "a ver quién es más fuerte" también vale para adentro de la cabeza.

Peleo contra la idea de posesión, contra el individualismo y contra la discriminación. Ellos saben que en el taller todo es de todos y nada es de nadie. Todos somos iguales aunque somos todos diferentes y nadie va a salir mejor haciendo las cosas solo que haciendo las cosas juntos. A veces te exigen cosas, que les des esto lo otro, que te calles, que hagas esto o lo otro; y yo les explico que estoy ahí porque quiero, que podría no estar pero que los quiero y creo en ellos, que creo que ellos son el futuro porque la pasaron más jodida que otros chicos y que su experiencia junto con el conocimiento que yo tengo y que les estoy pasando, es el mañana. Pero que de ahí en más, va a depender no sólo de mí, sino de su esfuerzo.

Pongo énfasis en el esfuerzo porque me interesa mucho que cada chico no se conforme con lo que le tiran como migajas dentro de la villa un puntero o quien sea. Si no que sepan que tienen derechos y que tienen derecho a exigir sus derechos.

-¿Qué resultados obtuviste u obtuvo el grupo de trabajo?

-Bueno, puntualmente ya sabemos contar, por lo menos hasta veinte. Ya sabemos hablar del clima, de las estaciones, de nuestra familia, de sus integrantes, de lo que nos gusta, lo que no, de las cosas de la naturaleza, de las cosas de la casa, de la ciudad, de los animales, y esta semana nos toca seguir con la ciudad y la villa. Vamos a armar una maqueta.

-Si alguien quiere incorporarse a Voluntarios Sin Fronteras ¿Qué debe hacer?

-Yo le diría que primero mire un poco la página. En este link http://www.voluntariossf.org.ar/ProyectosLocales.htm están los proyectos en marcha. Una vez que tenga un poco de idea acerca de en qué le gustaría involucrarse, puede escribir un mail a voluntarios@voluntariossf.org.ar y manifestar su interés. Después seguramente se lo invitará a una charla de reclutamiento para ponerse de acuerdo en un par de cuestiones básicas (sobretodo referentes al compromiso) y después de ahí se lo destinará a ese proyecto elegido o a algún otro si ese está completo, donde se necesiten manos.

También trabajamos mucho en Soldati, en la Villa 3 y hay otros proyectos que tienen que ver con apoyo escolar, portugués y deportes para que cada uno dé lo que sabe hacer o manifieste su creatividad en donde cree que la puede desarrollar.

-Además te contactaste con la gente de “Voces de Barro”…

-“Voces de barro” es una asociación que funciona debajo del puente, ingresando por la entrada principal de la villa, en un galpón enorme que pertenece a la Ciudad. Es una de las muchas asociaciones que utilizan este espacio. Como el director y mi coordinador en VSF me veía con muchas ganas de hacer más cosas me contactó y fui con dos otros voluntarios a participar de la pintada de un mural.

Estuvimos con los chicos toda la tarde del sábado. Ésta era una instancia para reunirnos con más voluntarios y ver de qué forma organizarnos para poder armar entre todos una jornada de talleres el sábado, uno detrás de otro, del estilo de una colonia, como con "estaciones". Por ahora sólo quedé yo, con la gente de Voces. Así que mayormente lo que hago es irme después de mis talleres adelante para allá al mediodía. Como algo y me uno al apoyo escolar que ellas están dando. Como yo sé inglés me encargo un poco más puntualmente de los chicos con temas de inglés. Después hay un corte hasta las 14 y cuando los chicos vuelven hay un taller de plástica, otro de teatro y con el tiempo queremos poner uno de cuentos y el de inglés en horarios fijos.

Una para que la gente sepa a cuál quiere mandar a sus chicos y todo esté organizado. Y otra para que otros voluntarios quizás ya formados por nosotras puedan seguir con estas tareas para que nosotras pasemos a abrir los mismos talleres en otros lugares de la villa. La idea es ir esparciendo lo que podemos enseñar por todos lados mientras otros toman la posta. El sábado pasado hicimos el primer taller de inglés en "Voces de Barro" y estuvo bueno.

Lo único que Voces... es más complicado porque los chicos traen más desafíos desde el punto de vista económico-social. Son chicos quizás un poco más jorobados porque cuanto más vas entrando en la villa más se va complicando.

Pero con los chicos y volviendo al tema de la confianza, es sólo una cuestión de tiempo. Una vez que te ven volver, saben que te vas a quedar, se tranquilizan y se abren. Hay mucho temor al abandono pero no es de extrañarse ¿no? Aunque suene trillado toda una sociedad los ha abandonado.

-Sabemos que tenés otra pasión, que se llama “La Copa de Trotsky”: ¿Cómo se une la música con tu actividad como voluntaria?

-Desde chica me gustó la música, siempre tuve muy buen oído. Mi papá, además de contador, es profesor de piano, aunque nunca ejerció y se dedicó a los números. Mi hermano toca tangos -aunque es sociólogo- y mi hermana también canta y toca -aunque es profesora en educación inicial-. Así que como ves, en mi familia, se pedía la carrera universitaria y todos terminamos resignando el amor por la música por la carrera que trajera alguna seguridad económica.

Cuando logré eso, alrededor de los 27, decidí que ya era suficiente y paré antes de comprarme el microondas. En fin, me puse a buscar una banda y por fin, después de tres intentos fallidos, logré armar "La Copa de Trotsky".

Elegí tomarme una copa (porque siempre leo tomando copas de vino) con Trotsky porque creo en su concepto de la Revolución Permanente. Creo en otro sistema, un sistema no basado en las ilusiones que nos regala el capital de definir lo que somos por lo que tenemos.

Mi música refleja un poco esa protesta contra mi generación que -contraria a la anterior que quizás no tuvo otras "oportunidades de elección"- sigue eligiendo un modelo consumista que termina consumiendo el único tiempo que tendrán en esta vida, con ese disfraz de "calidad de vida".

Yo vivo tranquila. No tengo mucho, pero no me falta. Sé que podría tener mucho más, pero mi mayor riqueza es empezar a devolver. Creo que no muchos tienen claro esa variable del capitalismo. Todos basan lo que tienen en su esfuerzo y se olvidan que muchas veces el capital se mueve sobre la base de la mano de obra precarizada y la exclusión. Entonces lo que yo tengo es en parte fruto de lo que otro no tiene. Hay una enorme deuda social.

Más allá de eso, nuestra música también intenta salirse del rock que para mí también se ha vuelto una oferta consumista y completamente antirrevolucionaria. Desde las letras a la difusión no puedo pensar en una banda desde hace muchos años que incite a quebrar las cadenas del individualismo para mirar al que tengo al lado (no a la minita que te gusta, ¡al que tenés al lado!).

Los ritmos son variados, mezcla el jazz, con blues, bossa, y música popular. Cantamos a dos voces con mi hermana Gabriela, una guitarra primera Maxi Nieto, mi voz y mi guitarra acústica, un bajo, Diego Nieto, hermano de Maxi y Marlon Romero Valencia, un chileno amigo en la batería. Hace poco hicimos un acústico en el botánico en donde tocaremos dentro de poco de nuevo porque estamos invitados cuando queramos -quedaron muy contentos con nuestra música y la dulzura de algunas de nuestras composiciones bossa-canción- pero esperaremos a que pase un poco el invierno. Nos pueden escuchar en http://www.reverbnation.com/lacopadetrotsky.

-Algo que quieras agregar…

- Nada más. Que nunca nadie me había entrevistado y me parece increíble que alguien lo esté haciendo. Que siento que alguien valora lo que hago. Que este trabajo te quema la cabeza pero cuando el otro día le decía a mi "compañero de vida", "flaquito, ¿qué estoy haciendo?, soy un desastre, todo se me va de las manos, no puedo más", el pibe me contestó: "No sé qué estás haciendo, pero nunca te vi tan feliz". Así que la verdad, se me llenaron los ojos de lágrimas y seguí para adelante. Porque a veces está bueno que alguien de afuera que te quiere te mire como vos no podés verte. No me daba cuenta de que estaba siendo tan feliz.





 


 








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